The Ghulam’s ridge (La cresta de Ghulam)

Tras dos días de investigación y preparación logística nos fuimos a las 4 de la mañana al Mandala Peak, sabiendo que para los baltís de la zona todos los picos de esa parte los llamaban así, por ser una zona inexplorada y que por tanto cualquier pico que se escalara, el primero que se ascendiera se llamaría Mandala Peak.

Llegamos pronto al campo de altura después de 7 horas de caminata, estábamos a 5000 metros, mientras picábamos algo no hacíamos más que preguntarnos qué íbamos a escalar, llevábamos material para nieve, roca y hielo, un poco de todo. Al final después de analizarlo todo decidimos que la mejor opción era escalar una cresta de roca, estaba en unas condiciones óptimas, era muy bonita y las vistas espectaculares. El Masherbrum, el Laila y muy a lo lejos nuestro Gondogoro Peak y las torres del Trango.

Al día siguiente con la linea concretada en nuestros ojos y el material preparado, en 4-5 horas escalamos una cresta de 350 metros a 5.200 metros, finalizando en el gendarme más alto de la cresta y dejando un cinta plana para poder rapelar. Estábamos contentos, la sensación de escalar en un sitio absolutamente virgen fue extraordinaria. Teníamos claro cómo íbamos a llamar a la cresta, era «la cresta de Ghulam».

Esther escalando uno de los gendarmes

 

 

 

La bajada como no, la hicimos con mal tiempo, empezó a llover y se hizo delicada, tardamos casi tantas horas de descenso como hicimos de ascenso, el gps nos ayudó a ver el itinerario. Con caras de cansados pero sonrientes vimos a Ghulam y sus amigos, nos acogieron con  un te delicioso y un abrazo. Antes de llegar al campo base estaba Ghulam el cocinero con su sonrisa generosa, nervioso porque no sabía cuando hacernos la cena. Por la noche estuvimos los cuatro charlando y celebrando la escalada.

Ximo en el Mandala Peak finalizando la cresta

Ximo en el Mandala Peak finalizando la cresta

Datos técnicos:

Dificultad: MD inf. Grado: V. Abierta entre los días 9 y 10 de agosto de 2012. Desnivel total: 1.200 metros.

Esta entrada fue publicada en Uncategorized. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario